martes, 11 de mayo de 2010

Mi confrotación con la docencia

Mi confrontación con la docencia.
Estaba yo estudiando 7° semestre de la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo cuando mi maestra de Genética, (que en ese momento era directora de la preparatoria de la Universidad de Guanajuato, Gto.) me invitó a colaborar como maestra de la asignatura de Biología para alumnos de 1° semestre. Me sentí muy afortunada por el hecho de que fuera a mí a quien invitara y acepté con gusto, además que los contenidos de la asignatura me gustaban, en ese entonces tenía yo dos grupos uno mixto y otro de varones. Continué con mis estudios y mis clases y para el último semestre de carrera y mientras presentaba mi examen para obtener el grado de licenciatura, daba clases a 3 grupos, 1 de física y dos de Biología.
Posteriormente trabajé en una industria farmacéutica y me casé, como cambié de lugar de residencia tuve que cambiar también de ocupación, en ese entonces trabajé en la Comisión Nacional de Fruticultura (CONAFRUT) y cuando mi segundo hijo tenía 4 meses de edad decidí dedicarme a la docencia porque implicaba solo algunas horas fuera de mi casa al día, de este modo mientras mis hijos estaban en la guardería yo impartía clases. Comencé dando clases del área de Matemáticas (5 años) y después de Químico Biológicas (desde hace 9 años).
Desde siempre me ha gustado trabajar con adolescentes, me contagian de su juventud y entusiasmo y considero que el ser maestro nos ubica en un lugar privilegiado en el sentido del reconocimiento que recibimos de los alumnos. Ahora mis hijos tienen la edad de mis alumnos y el convivir con mis alumnos me ayuda para entender la época que están viviendo mis hijos.
Haciendo un recuento me doy cuenta como he ido evolucionando en mi carrera como docente y en los tropiezos y adversidades a las que me he enfrentado ya que considero que en muchas ocasiones he aprendido con el ensayo y el error, lo que es un motivo de insatisfacción para mí, sobretodo cuando los resultados que esperamos no son acordes con la realidad y nos cuestionamos qué estamos dejando de hacer.
Ser docente no es fácil para quiénes no tenemos la preparación pedagógica, de aquí la importancia de seguir capacitándonos para lograr mayores desempeños y mejores resultados de los alumnos.

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